segunda-feira, 16 de agosto de 2010

Artigo de jornal da Inês!

Suenan los bombos y las bocinas de los camiones. Hay desconcierto en el pueblo. La gente parece revuelta pero se manifiesta pacíficamente. Yo, una turista portuguesa que decidió pasar unos días en Uspallata, me encontré el 9 de Julio con este escenario y me informan que se trata de un corte de ruta informativo (distribución de panfletos a toda la gente que pasaba por la ruta 7), alertando por el problema de las minerías a cielo abierto. Mi formación en sociología me estimuló la curiosidad por este fenómeno. Siendo ciudadana europea, y buscando información para conocer más como mi país, perteneciendo a la Unión Europea, enfrenta este tema, en diferencia de lo que pasa aquí en Latino América. Hice una investigación y concluí que se tratan de dos realidades completamente distintas. Me quedé indignada. ¿Como puede Argentina estar apoyando un proyecto de minerías de este tipo, cuando en Europa recién (el 11 de Mayo de 2010) se aprueba una resolución que prohíbe el uso de cianuro (considerado uno de los principales contaminantes, y que puede tener un impacto catastrófico e irreversible en el medio ambiente y en la salud humana) antes del fin de 2011 con el objetivo de proteger los recursos hídricos y la biodiversidad (Resolución B7-0240/2010)? Además se dice que acá quieren incluir en los programas escolares información a favor de las minerías!
Mientras los eurodiputados piden al Ejecutivo comunitario que apoye la reconversión de las zonas donde está presente este tipo de minería, concediendo apoyo financiero para impulsar industrias ecológicas, energías renovables y el turismo; en Argentina se esta a punto de invertir millones en un emprendimiento que utiliza cianuro y acido sulfúrico cerca de nacientes de agua que alimentan diversas provincias y cerca de una de las zonas vitícolas más importantes del país.
Felizmente se constata que esas políticas, no agradan a muchos movimientos de vecinos y ecologistas argentinos, que siguen movilizándose contra el uso de estas sustancias contaminantes, como lo demuestra el caso de Uspallata, donde se creó especialmente para ese propósito una radio comunitaria (La Paquita 88.9 FM) que da voz a sus reivindicaciones, siendo una de las primeras radios en Argentina en luchar contra las minerías a cielo abierto.
La Cámara Argentina de Empresarios Mineros destaca el incremento del empleo en ese sector. Entonces ¿porque dentro de los considerandos que motivaron la decisión del Parlamento Europeo, se encuentra “que el uso de cianuro en la minería crea poco empleo y solo por un periodo de entre 8 y 16 años, pero puede provocar enormes daños ecológicos transfronterizos que, por lo general, no son reparados por las empresas explotadoras responsables, que suelen desaparecer o declararse en quiebra, sino por el Estado correspondiente, es decir, por los contribuyentes” y también que “en los últimos 25 años, se han registrado en todo el mundo más de 30 accidentes importantes relacionados con vertidos de cianuro”?.
Ya las presidencias española, belga y húngara habían tratado las políticas del agua como prioritarias y ya la Republica Checa y Alemania habían promulgado la prohibición de lixiviación con cianuro en la minería (la lixiviación es el proceso que utilizan las minas a cielo abierto para separar, de forma química, los metales de la piedra y consiste en derramar toneladas de líquidos contaminantes sobre montañas de escombros).
De esta forma Europa responde a la proclamación de 2010 como Año Internacional de la Diversidad Biológica, la cual invita al mundo a actuar para salvaguardar la biodiversidad en la Tierra.
En junio de 2007 Mendoza se convertía, a nivel nacional en una de las pioneras respecto del cuidado del medio ambiente, con la aprobación de la Ley Nº 7.722, que prohíbe la utilización de cianuro y otras sustancias toxicas en la actividad minera. Uspallata debería orgullecerse de pertenecer a esa provincia que protege la naturaleza … pero desgraciadamente hoy esa ley parece estar en riesgo. Además, Uspallata pertenece al Departamento de Las Heras, cuyas preocupaciones parecen ser solidarias con los intereses de las empresas mineras. Si Uspallata perteneciese al Departamento de Lujan de Cuyo talvez los acontecimientos serian diferentes…
San Carlos es un ejemplo de suceso. El Concejo Deliberante aprobó por unanimidad la Ordenanza 1.068/05 que prohíbe, dentro de los límites del departamento, “el empleo de técnicas de lixiviación con sustancias tóxicas” en las actividades mineras. Esta ordenanza surgió a raíz de una propuesta del grupo de Vecinos Autoconvocados.
Actualmente, la mayor parte de los participantes en minerías en Argentina son holdings extranjeros. Hablamos de conglomerados empresariales australianos, británicos, canadienses y norteamericanos. Talvez, si la opinión publica de estos países fuese alertada para esta situación, muy probablemente, se opondría a tal negocio.
Uspallata no se opone a la actividad minera en general, sino a un determinado modo de explotación a gran escala que implica el uso de tóxicos que causan efectos irreparables en la sociedad y el territorio. Y sabemos que existen alternativas. Basta existir voluntad política para ponerlas en acción.
Yo, una turista en Uspallata, comprendí la irritación de la gente que se manifiesta por las calles y me sentí solidaria con su lucha. Prometo difundir este problema que no es de Argentina si no de el mundo, a través de todos los vehículos informativos que pueda alcanzar, con la esperanza de que mi mensaje pueda juntarse al protesto colectivo y servir como pequeña contribución para impedir la destrucción de los colores hermosos de estas montañas y de todo el ecosistema universal.

Inês Cardoso

2 comentários:

Anónimo disse...

Muito bom! Parabéns :) Beijinhos Zé Pedro

Ana disse...

Incrível!!! parabéns Inês! senti-me tão orgulhosa ao ler as tuas palavras. nao sei bem explicar, uma alegria por estares a tomar parte da luta contra o caminho errado que as coisas tendem a tomar!
Tenho saudades a sério Amiga!
vou tentar ressuscitar o quasinfinito. Tenho vontade, mas ao mm tempo parece-me uma tarefa esmagadora, pois parece que se enterrou bem fundo em kilometros de lonjura.
Beijo
Ana